Esta pequeña escuela a los pies del Moncayo, nos ha descubierto un nuevo lugar para escalar durante días y días, en sus mas de veinte sectores y en dificultades para todos los niveles.
Desde el albergue del pueblo, una senda por la rivera del rió nos conduce en unos quince minutos al «barranco de Calcena» donde se encuentran los sectores. Se trata de un conjunto de paredes y agujas diseminadas a ambos lados del rió con aproximaciones que no suelen superar los quince minutos.
Buscando el grado medio nos fuimos moviendo durante dos días por diferentes sectores y tipos de escalada, lo mejor para nosotros fue la longitud de las vías, muchas rondando los 35m sobre caliza de muy buena calidad.
Lo que mas abundan son las placas casi verticales con pequeños agarres, ideal para no reventar los antebrazos, aunque también encontramos vías de chorrerillas y cazo de «6a», menuda gozada..
En el tema del equipamiento nosotros le daríamos un notable alto , los seguros no alejan e incluso en algún sector de iniciación llegan a estar demasiado juntas. Por lo que es una zona segura y cómoda para iniciarnos en la escalada deportiva.
Para la ocasión nos juntamos con los colegas de Madrid (Manoteras powder), para que nos sirvieran de guias en esta nueva escuela. Un buen tour nos prepararon por los diferentes sectores y siguiendo lo fuertes que estan, nos condujeron hasta el sector «Cueva Honda» donde existe una grieta espectacular.
En el pueblo encontramos un muy buen recibimiento, existe un albergue con todos los servicios y donde venden las reseñas de la zona con la intención de costear los equipamientos. Nosotros para dormir optamos por un parquing de hierva a la entrada del pueblo junto a la fuente, donde nos dejaron acampar, siempre dejándolo todo como estaba al llegar.